El candidato a la Vida Consagrada Mercedaria debe poseer, en la medida de lo posible, las cualidades específicas en el siguiente perfil:
a) Rectitud de intención:
– Transparencia sobre su historia personal.
– Sinceridad y coherencia de vida: dar razón de sus condiciones físicas, psíquicas, morales, religiosas y afectivas.
– Amor a la verdad.
– Honradez.
b) Libertad de voluntad:
– Capacidad para tomar decisiones prudentes.
– Equilibrio y armonía en la integración de tendencias y valores.
– Dominio del propio carácter y disponibilidad.
c) Virtud espiritual:
– Germen de vocación fundada en una vida de fe, de oración, de servicio y deseo de abrazar la vida religiosa.
– Práctica de los sacramentos.
– Conocimientos de la Palabra de Dios.
– Amor a la iglesia.
– Espíritu de servicio y disponibilidad.
– Aptitudes específicas según el estilo mercedario.
– Motivaciones válidas y auténticas.
– Laboriosidad, creatividad e iniciativa en la acción.
d) Idoneidad moral:
– Madurez efectiva.
– Conocer, estimar y valorar el celibato.
– Disponibilidad y obediencia a los formadores.
– Rectitud y objetividad en el modo de juzgar a las personas.
– Capacidad de diálogo y comunicación.
– Austeridad y espíritu de pobreza.
e) Idoneidad intelectual:
– Recta doctrina y conocimientos de cultura general.
– Sentido crítico.
– Disciplina de estudio.
Pedro Nolasco el 10 de agosto de 1218, fundo la Orden de Santa María de la Merced de la Redención de Cautivos, con toda solemnidad y notoriedad, en el altar mayor de la Catedral de la Santa Cruz de Barcelona.